La ronda madrileña arrancará con una prueba contra el crono en Valdemorillo de 9,15 kilómetros. Un esfuerzo corto pero intenso donde la formación balear buscará los puestos punteros con el objetivo de estar en la pela por la clasificación general. La segunda jornada contará con el sterrato como gran protagonista. La etapa, de 124 kilómetros, llegará a su punto álgido en el último tercio, con un camino de 2'7 kilómetros en terreno ascendente, donde se prevé una notable selección en el gran grupo. Dejando atrás este sector, el alto de Valdelaguna, a 6 kilómetros de meta, acabará de definir el devenir de la etapa.
En la tercera cornada, corta pero explosiva, la ascensión a Puebla de la Sierra (1ª categoría) encenderá la mecha antes de afrontar el encadenado de La Hiruela y Horcajuelo de la Sierra, que jugará un papel trascendental dada su cercanía con la línea de meta. La etapa más larga de la Vuelta a Madrid tendrá lugar en el penúltimo día de competición, donde la formación balear tendrá que completar 140 kilómetros en un recorrido rompepiernas con cuatro altos puntuables. Robledo de Chavela pondrá el broche de oro a la ronda madrileña en un trazado exigente, de constante sube y baja, con la ascensión a La Almenara a 7 kilómetros de meta.
Para la Vuelta a Madrid, el Illes Balears - Arabay sub-23 contará con Xisco Crespí, Enzo Fuentes, David Guilanyà, Mario Silva, Álvaro Legua, Héctor García y Joan Toni Pou.