El Illes Balears - Arabay afontaba la cuarta etapa de la ronda lusa, antes de la día de descanso, con el mismo objetivo que en los días anteriores, tener presencia en una fuga con altas posibilidades de llegar a buen puerto. Con la consigna clara, la formación balear se mostraba muy activa desde el pistoletazo de salida, infiltrándose en los diversos cortes que se producían en cabeza. Fruto de la insistencia, Andrew Vollmer se distanciaba del pelotón junto a otros 9 corredores tras una gran pelea.
Por detrás, la mala fortuna se cebaba con José María García, que se veía implicado en una caída que le obligaba a abandonar la prueba. Un contratiempo para el equipo en un día con sabor agridulce. En la aproximación a Guarda, cuando la escapada contaba con más de 4 minutos de ventaja, se producían múltiples movimientos a la contra de los que obtenía rédito Unai Esparza. El de Estella, que ya suma dos fugas en esta Volta a Portugal, se integraba en un grupo perseguidor que abría un ligero margen sobre el pelotón.
De nuevo, el equipo se veía implicado en una con Joan Albert Riera, que se resistía a abandonar la prueba en un ejercicio de coraje. Con la misma situación de carrera, la escapada se adentraba en el circuito de Guarda, donde el norteamericano Andrew Vollmer sabía sufrir en los dos pasos por el exigente muro final para cruzar la línea de meta en novena posición y sumar el segundo top-10 para el equipo en la Volta a Portugal.
Dani Navarro, director deportivo del Illes Balears - Arabay valora la etapa: "Jornada agridulce para nosotros, el abandono de José María y la caída de Joan Albert han sido dos golpes duros de los que el equipo se ha sabido reponer. Andrew ha realizado una gran etapa y creo que será una inyección de moral para él de cara a las siguientes etapas."
Tras la jornada de descanso, llegará una etapa de 176 kilómetros entre Penedono y Bragança en una nueva oportunidad para los velocistas.