Tras encadenar tres fugas consecutivas, el Illes Balears - Arabay afrontaba esta mañana la salida de la sexta etapa de la Volta a Portugal. Desde el primer kilómetro, la jornada siguió el guion previsto, con una pelea encarnizada por fraguar la escapada. El equipo, con el espíritu combativo que le caracteriza, buscó de manera incansable tener presencia en los múltiples cortes que se producían, pese a que ninguno acababa de prosperar. Continuando con el carrusel de ataques, el pelotón completaba compacto la primera hora de carrera a una velocidad media de 50 km/h.
Ya en la subida a Argemil, segundo alto puntuable de la jornada, Julen Amézqueta se infiltraba en un grupo que cogía unos metros de distancia en un intento que sería neutralizado antes de coronar. Alex Molenaar, tras superar unos problemas intestinales, cogía el relevo con un cambio de ritmo para posicionarse en cabeza de carrera junto a otro ciclista.
Por detrás, otros 8 corredores realizaban un movimiento a la contra para dar caza al neerlandés y consolidar por fin en el kilómetro 85 la escapada de la jornada. Sin llegar a tener más de tres minutos de ventaja, la fuga encaraba la aproximación a la definitiva ascensión a Torneiros, donde Alex Molenaar acusaba el esfuerzo realizado en la primera mitad de la etapa siendo neutralizado por un selecto grupo principal.
La Volta a Portugal encarará su tramo final con una séptima etapa que transcurrirá entre Felgueiras y Paredes. Una jornada a priori más asequible que la vivida en el día de hoy con un punto determinante, la ascensión al alto de Vendoma, donde se puede seleccionar la carrera a 25 kilómetros de meta.